UN GRAN RESULTADO, LA UNIÓN E IDENTIDAD DE UN PUEBLO.

Después de una marcha el 4 de febrero, otra el 6 de marzo, la muerte de 2 cabecillas de las FARC que desató una crisis diplomática de Colombia con sus vecinos y un gan concierto en la frontera colombo-venezolana, los colombianos podemos realizar un balance de los resultados obtenidos mediante estos hechos. Entre ellos el de mayor relevancia es el de despertar del sentido patriótico: la unión de la Republica.

Nos dimos cuenta de que las tecnologías pueden ayudarnos a crear redes en donde expongamos nuestras opiniones e iniciativas; como muestra de ello tenemos a la convocatoria masiva que se realizó el 4 de febrero para marchar en contra del secuestro y de los grupos subversivos.
La marcha se tornó de todo los aspectos desde el político y económico hasta el moral y religioso. Los comerciantes exhibían a la venta camisas con frases como: “No más secuestrados”, “No más FARC”, “Colombia en paz” en fin. Los familiares de los secuestrados sintieron el apoyo de sus conciudadanos y de paso aprovecharon para decirle al mundo que querían a sus familiares de regreso y que rechazaban todo acto que estuviera en contra de los derechos humanos.
La política estuvo en efervescencia, por un lado en el debate estaban quienes apoyan el rescate armado como salida al secuestro y por el otro lado quienes apoyan la salida por las vías diplomáticas y por los diálogos de paz.
Los medios de comunicación transmitieron el mensaje que los colombianos queríamos enviar al mundo: que no somos seres indolentes y que en realidad sí nos afecta la muerte de cada colombiano que perece en esta lucha en donde la población civil es la más afectada; que somos un pueblo conectado con el mundo, llenos de ideas, y propuestas renovadoras, con valores que nos identifican y que rechazamos toda acción narco-terrorista

La muerte de Raúl Reyes vino acompañada por una crisis diplomática que, más que un abrazo entre las naciones partícipes, trajo consigo la renovación de las definiciones establecidas; entre ellas de que las FARC no solo son un problema colombiano, sino un problema latinoamericano. Los partidos políticos se pusieron de acuerdo y rechazaron muchas de las acciones emprendidas por Chávez entre ellas el hecho de llamar a las FARC un ejército beligerante y revolucionario.
Los colombianos en cada esquina debatimos y buscamos soluciones a la crisis diplomática; estaban desde los que decían que Colombia debía utilizar a su fortalecido ejercito para responder ante acciones de las tropas venezolanas, hasta quienes afirmaban que Colombia debía buscar soluciones con ayuda de organismos internacionales como la ONU y la OEA.

El concierto encabezado por Juanes en la frontera, le dijo al mundo entero que sus paisanos rechazan la violencia y que no buscan la guerra con sus vecinos y con un abrazo simbólico para Colombia, Ecuador y Venezuela, acompañado de acordes y grandes exponentes de la música como Juan Luis Guerra, este concierto mostró una Colombia alegre y que ante las ganas de contienda por parte de sus vecinos, lo más poderoso que podía hacerse era ofrecer un abrazo de reconciliación.