Él vive en un agujero negro, al fondo del mismo.
Sin saber cómo, le llega el eco de una voz serena.
El recuerdo clava dardos de urgencia en su cuerpo tatuado por las sombras.
Sabe que ella lo llama, corre a su encuentro pero tanto tiempo de rodillas lo hace tropezar con su propio miedo…
Allí, al final del agujero se asoma ella, mirándolo desde el siempre, escuchando sus silencios, reflejando su belleza.
Ambos se presienten, pero es tan difícil no perderse en ese agujero negro…
Ella hace de su sonrisa de luna, un faro, para que él no se pierda en cuevas de las que cuelgan mil dudas.
Tarda en descubrir que su amor ya no titila como antes.
Colapsa una estrella en la zona de los imposibles...
Sin saber cómo, le llega el eco de una voz serena.
El recuerdo clava dardos de urgencia en su cuerpo tatuado por las sombras.
Sabe que ella lo llama, corre a su encuentro pero tanto tiempo de rodillas lo hace tropezar con su propio miedo…
Allí, al final del agujero se asoma ella, mirándolo desde el siempre, escuchando sus silencios, reflejando su belleza.
Ambos se presienten, pero es tan difícil no perderse en ese agujero negro…
Ella hace de su sonrisa de luna, un faro, para que él no se pierda en cuevas de las que cuelgan mil dudas.
Tarda en descubrir que su amor ya no titila como antes.
Colapsa una estrella en la zona de los imposibles...
1 comentario:
Gracias por estar aquì querida Alicia. Este trueque seguirà en su hermosa misiòn de compartir sensibilidades, sueños y luchas. Hoy paso ràpido, veo la casa desde la vetanilla del bus, pero sè que la lleve està en las mejores manos. Regresarè en una pròxima parada y dejarè mis huellas. Te quiero mucho amiga,
Carlos Eduardo
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