SUDAMERICA NOVIA MIA

Ante Dios ofrendo vuestro amor por ti, tu que eres el aire que respiro, el sol que enardece mis días y el agua que no dejo jamás de beber. ¡O bella Sudamérica! Que infinita es tu belleza la cual aún no termino de conocer, como no enamorarme de ti, de tu cabello moreno que bambolea con el viento con esa majestuosidad del cóndor andino.
Tu piel mulata aguerrida pero intensamente viva, que deleitas las miradas con tus pechos llenos de amor y calidez que a tus hijos has de alimentar, el sabor a café de los granos mejor seleccionados que tus besos e de probar, junto a la sensualidad que tu mirada y gestos as demostrar, me cautivan tus olores a fruta tropical, quisiera beber el néctar de tu cuerpo, tan hermosamente salado como el inmenso mar que baña tus costas de norte a sur y de este a oeste.
El zigzagueante vaivén de tu cuerpo al ritmo del carnaval colorido, con el cual me has embrujado, las hermosas melodías y acordes que exhalas desde tu profunda voz es tan mágico como las aves de múltiples colores. ¡O Sudamérica novia mía! Tus dedos son como dulces acordes de guitarra, de cual trovador revolucionario, mas aún tus diez y perfectas extremidades de habla hispana, la cual me envuelven en la magia de tu existir y de tu lucha diaria, con ese espíritu de revolución y poesía.
Saber de tu ira en el tango, la cual desborda mis pasiones o alegras mis días al sabor de la cumbia, el fuego de tu sangre folklórica que hizo temer al mismo demonio, con tanto vocablo de vida y futuro.
Sudamérica novia mía, tu sonrisa es como la flor del copihue, mas aún tu lucha apasionada y victoriosa como las amazonas, tus venas son ríos que entrelazan tus diez extremidades, comandado por tu corazón latiente de generosidad.
He sabido de tus penas, de tus lagrimas que formaron lagos, pero también he disfrutado de tus alegrías como la primavera en el desierto, de tus piernas grandes y curvilíneas como la cordillera de los andes, tu cintura cósmica como las cataratas de Iguazú y esa riza de la selva y su diversidad que cautivas al corazón mas frío.
O Sudamérica novia mía, me faltara vida para explorarte entera, sin embargo me dejo llevar por tus vientos y así volar, y ser cómplice de las tormentas para saber de tu intimidad…

Dedicado a toda Sudamérica, en honor y agradecimiento por la invitación a esta nueva casa, a ustedes Alicia, Roclates, Álvaro y Cáselo.