Somos espíritus de inquieta calma
en duelo amargo por el dolor,
con el aura deslumbrada de luna,
impregnada de llanto, va la razón.
Rastros de momentos en soledad,
cautivo amor y silencio perpetuo,
donde un alma melancólica al respirar...
estalla quebrando... suspiros mudos.
Miradas ausentes allá en la lejanía,
que seducen al iris en cándida ilusión.
Exprimimos las alas rasgadas...
alzando un vuelo triste al cielo,
en busca de la libertad espinosa
y como un baño de mar deseado
abrazamos al destino, en la nada.
Tornaremos al final del camino
y las esencias plasmadas de sentimientos
quizás, alguien las recogerá
un día.
en duelo amargo por el dolor,
con el aura deslumbrada de luna,
impregnada de llanto, va la razón.
Rastros de momentos en soledad,
cautivo amor y silencio perpetuo,
donde un alma melancólica al respirar...
estalla quebrando... suspiros mudos.
Miradas ausentes allá en la lejanía,
que seducen al iris en cándida ilusión.
Exprimimos las alas rasgadas...
alzando un vuelo triste al cielo,
en busca de la libertad espinosa
y como un baño de mar deseado
abrazamos al destino, en la nada.
Tornaremos al final del camino
y las esencias plasmadas de sentimientos
quizás, alguien las recogerá
un día.
2 comentarios:
Jose, vuelvo a repetirlo: tu estilo conmueve y es lleno de imágenes. Acabas de describir lo que buscamos los idealistas y soñadores. Somos esas almas que vuelan en apariencia hacia la nada, pero que sé encontrarán la luz siempre.
Un abrazo amiga
Carlos Eduardo
Espíritus de inquieta calma... Es perfecto, nunca se me hubiera ocurrido. Claro que para eso te tenemos a ti, para que sigas iluminándonos metáforas sacadas de la chistera de tu mago particular.
Nos vemos en el camino.
Un beso.
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