sólo de lo perdido,
sólo de la añoranza,
siempre de lo mismo.
Cuando cerró para siempre el huerto,
la cancela de espinos,
entonces se inventó la queja de la lira,
la flauta del suspiro.
Y desde entonces sólo canta
en su torre el cautivo,
en su rueca la esclava,
el desterrado en el navío.
En su jaula aletea y sangra
el pájaro desconocido;
salir quiere y no puede,
su jaula es él mismo.
Y por eso el minero canta,
por un sol de oro limpio.
Canta el pobre, la pena canta,
no canta el rico.
Entre las piernas de la amiga,
vida encuentra el amigo,
se encuentra con un tesoro
de verdes ojos fríos.
Y así es como canta el hombre,
por su niño antiguo,
la boca, sin pan y sin besos
y el cielo vacío.
Siempre de la añoranza,
de lo negado, de lo perdido.
Siempre de lo de otro,
nunca de lo mío.
Agustín García Calvo, de Canciones y soliloquios.
4 comentarios:
Hola Pedro !
La poesia es muy hermosa revelando una gran profundidad de los los sentires.
Feliz 2009!
Un beso.
Sill
Pedro.
Nos traes tanta belleza a éste nuestro lugar.
Gracias por ello.
Es verdad, el hombre siempre canta de lo mismo, lo que importa es que siga cantando. ¿Verdad?
Un abrazo.
Alicia
A letra e a música são muito belas e complementam-se na perfeição.
Abraço.
António
muy bonito
a mi me revela tantas cosas y otra faceta tuya
un abrazo amigo, en mayusculas mi gran AMIGO
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