entre las tempranas sombras y las tardías.
Se deforman las certezas en leyendas
y se ahogan en el humo del reproche.
Lame el misterio con gestos urbanos
el silencio inquebrantable entre los dos.
Repudios incesantes de mil infiernos

desatan distancias que abrevian el adiós.
Del cúmulo de ambigüedades, rebota
la única verdad aún no fragmentada:
vivir sin su amor es letal condena,
el tiempo no indultará esta pena…
1 comentario:
Que bello mi amiga. Es como un reflejo de la tristeza que a la vez motiva a perseguir los sueños. Una noche, un silencio compartido, un adiós que se desliza y mañana habrá nuevas oportunidades. Un abrazo,
Carlos Eduardo
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